ACTO DE FE
Chu Fu Tze, negador de milagros, había muerto; lo velaba su yerno. Al amanecer, el ataúd se elevó y quedó suspendido en el aire, a dos cuartas del suelo. El piadoso yerno se horrorizó.
-Oh, venerado suegro -suplicó-, no destruyas mi fe de que son imposibles los milagros. El ataúd, descendió lentamente, y el yerno recuperó la fe.
HERBERT ALLEN GILES
viernes, 10 de abril de 2009
La vida del Buda
Autor
Humberto Acevedo
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