Cántico para alcanzar la cima de la montaña
¡Escuchad, hijos míos!
Vosotros deberíais atrapar la luz
de vuestra mente,
atarla con un nudo extraordinario
y aferrarla a un garfio sólido
si queréis alcanzar la cima
de la montaña.
De cierto lo conseguiréis
si lo practicáis de esta manera
y podréis disfrutar el horizonte.
Venid vosotros, hombres y mujeres
que con algún don han sido agraciados,
probad el néctar de la experiencia;
venid, entrad a gozaros en este cuadro,
miradlo y disfrutadlo plenamente.
Que los torpes permanezcan afuera;
aquellos que no pueden beber el elixir
que se ahoguen en cervezas pobres.
El que no tiene la fuerza de alcanzar la bodichita,
debiera tenerla para lograr un buen renacimiento.
Respuesta a un lógico
Me postro ante los pies de mi maestro Marpa
y canto esta canción en respuesta a ti.
Presta atención a lo que digo, escucha,
no te acuerdes de tus juicios por un momento.
La mejor visión es la que no se ve,
resplandor de la mente en sí misma.
El mejor premio es el inalcanzable,
tesoro invaluable de la mente en sí misma.
La más suculenta comida es el no comer:
¡oh, trascendencia de alimento samadhi!
La bebida que en verdad sacia la sed
es el no beber:
¡oh, néctar de compasión sincera!
¡Oh, no hay palabra alguna que describa
esta claridad de conciencia!
La mente no es el mundo de los niños
ni lo es tampoco el de los lógicos.
Alcanzar la verdad de lo inalcanzable
es concebir la más grandiosa iniciación,
y descubrir el vacío de lo alto y lo profundo
es llegar al estado perfecto.
Y aceptar la realidad de lo inamovible
es andar sobre la senda suprema,
y conocer el destino del nacimiento y de la muerte
es cumplir el más grande propósito.
Al mirar lo vana que es la razón
el raciocinio más alto es perfeccionado;
cuando sabes que lo grande es infundado
igual que lo pequeño,
entonces ya has entrado
por el portal supremo.
Más allá del bien y del mal
se abre el camino al don perfecto.
En la fusión de la dualidad solamente
puede abrazarse la visión más grande.
Observa la verdad de la no observación
que te abre el camino a la meditación.
Comprender más allá del deber y el no deber
te abre paso a la perfecta acción.
Cuando reconoces que en verdad
no hay esfuerzo que sea inútil,
estás cerca entonces
de la alegría más alta.
Ignorantes son los que carecen
de esta verdad,
maestros arrogantes, henchidos de enseñanza,
aprendices hechizados por palabras simples,
y yoguis seducidos por prejuicios.
Por más que anhelan libertad,
sólo esclavitud encuentran.
MILAREPA (1052 - 1135)
SANTO POETA DEL TIBET
TRADUCCIÓN DEL INGLÉS AL ESPAÑOL: ELÍAS ABDEEL.
martes, 21 de abril de 2009
Autor
Humberto Acevedo
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