jueves, 18 de septiembre de 2008

Poema para una mujer que ama II

Que me envuelva el silencio
de tu mirada amorosa
para que cuando muera,
renazca en el sonido de tus suspiros:
el más profundo.


Quiero la desnuda caricia de la poesía
para entregártela tibia,
quiero la tinta de los jazmines
para escribir la ausencia
de tu respiración.


Quiero la distancia del azul
para adornar tu cuello.


Quiero el corazón de la luz
para que tu mirada
sean del sol de la mañana-


Quiero estar contigo
como los días intactos
de un niño con ciega esperanza.

1 comentario:

Unknown dijo...

¡Un poema suave y fresco como la risa de un río en semana Santa! Como una mantilla bordada de estrellas